El papel del docente en la geografía
Se requiere que el docente facilite y guíe el aprendizaje
considerando los conocimientos previos, intereses, expectativas, motivaciones,
experiencias y contexto de los alumnos, la selección e implementación de estrategias
y los recursos didácticos diversos, pertinentes y eficaces para favorecer el
logro de los aprendizajes, y una planeación y evaluación permanentes de los
avances de los alumnos.
El sentido formativo de la asignatura implica que en su
enseñanza se eliminen prácticas basadas en la memorización de datos poco
significativos y se dé prioridad al análisis de las relaciones de los
componentes geográficos. En este sentido, el docente no asume el papel de
repetidor de saberes, sino el de promotor del diseño e implementación de
estrategias de enseñanza significativas, que varían según el nivel y grado
escolar y las particularidades de cada grupo, lo que implica el respeto a la
individualidad y a los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje de los alumnos.
Con su intervención, el docente motiva y guía a los alumnos
a reflexionar sobre las estrategias de aprendizaje y el conocimiento geográfico
que están construyendo.
Es importante que oriente a los alumnos hacia la comprensión
y el análisis de la realidad espacial, a partir de desafíos interesantes
susceptibles de ser enfrentados por ellos mismos, invitándolos a reflexionar
sobre cuestiones de su interés que los lleven a investigar y trabajar
colaborativamente y a aplicar sus aprendizajes dentro y fuera del aula. De esta
manera, se fomenta el intercambio de opiniones y se contribuye a enriquecer y
ampliar los argumentos de los alumnos.
Es importante que el docente promueva que los alumnos
realicen registros escritos de las actividades realizadas, así como de las
conclusiones y reflexiones efectuadas, ya que son evidencias de los procesos de
construcción de sus aprendizajes, ya sea que se trabaje de manera individual,
en equipos o en grupo. La revisión sistemática de los registros de cada alumno
permite al docente apoyar y orientar sus logros, así como evaluar su
aprendizaje.
En primero y segundo grados de educación primaria el docente
debe orientar a sus alumnos a la observación, descripción y elaboración de
representaciones sencillas de sus espacios cotidianos. En tercero y cuarto
grados debe promover que los alumnos perciban las relaciones entre la población
y su medio al identificar las condiciones actuales de la entidad y el
territorio nacional, como base para el análisis de los procesos globales y los
retos de la humanidad (sociales, económicos y ambientales) que se abordarán en
grados posteriores (quinto y sexto grados de primaria, y primer grado de
secundaria).
El docente deberá orientar a sus alumnos en la relación e
integración de aprendizajes de otras asignaturas vinculados con el espacio
geográfico, por lo que se requiere que domine los contenidos, los presente a
los alumnos de manera clara, atractiva y significativa y les comunique los
propósitos formativos de modo comprensible, para que reconozcan problemas
relacionados con la naturaleza, las sociedades, la cultura y la economía en
distintas escalas, reflexionen sobre sus causas y efectos, asuman una posición
ante ellos, y actúen en consecuencia desde sus ámbitos y posibilidades de
acción.
Los conceptos, las habilidades y las actitudes geográficos
constituyen una parte importante de la planeación didáctica y de la evaluación
para los aprendizajes de los alumnos. Por lo anterior, ambas deberán considerar
las necesidades de aprendizaje de los niños y los adolescentes, los
aprendizajes esperados y las competencias geográficas.
El papel del alumno
Desde la perspectiva formativa de la asignatura, el alumno
se considera un sujeto activo que reconoce de manera paulatina procesos que
posibilitan su aprendizaje y desarrollo en relación con el medio natural y
social que lo rodea; gradualmente, adquiere conciencia y control de su
aprendizaje, de manera que planifica, regula y evalúa su participación en dicho
proceso.
Como constructor de su conocimiento, el alumno desarrolla su
creatividad e imaginación, así como su capacidad para resolver problemas,
trabajar colaborativamente, reforzar su autoestima e incrementar su autonomía.
Es necesario que los alumnos establezcan relaciones entre lo
que viven en su espacio y lo aprendido en la asignatura, mediante la
realización de actividades variadas que favorezcan el desarrollo integral de
conceptos, habilidades y actitudes geográficos que los conduzcan a tomar
decisiones informadas y responsables. Por ello, es importante que:
• Lleven a cabo actividades individuales, en equipo y en
grupo para comprender y analizar las relaciones entre los seres humanos y el
espacio.
• Manejen información que les permita, de acuerdo con su
edad, conocer, respetar, valorar y cuidar los espacios donde se desenvuelven.
• Reconozcan y valoren su desempeño y esfuerzo al realizar
actividades que contribuyan a ser conscientes y responsables de sus procesos de
aprendizaje.
• Trabajen en un ambiente de respeto y colaboración que les
permita opinar con libertad, resolver problemas, proponer acciones y enriquecer
sus argumentos, creatividad e imaginación.
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